Una cooperativa es una asociación autónoma de personas unidas voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes, a través de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada.
Lo que distingue una empresa de otra es su filosofía, su manera de ver, de interpretar, sentir y practicar, es decir, tener una concepción de la organización. Filosofando el movimiento cooperativo ha podido encontrar planteamientos ajustados a los principios y a los valores y a la ética solidaria.
El cooperativista que en sus funciones no se fije más que en el aspecto económico, que no pone todo su talento y esfuerzo para servir mejor a los demás, no ejerce con dignidad y decoro su papel de cooperativista, no está actuando con ética solidaria. El directivo cooperativo que solo piensa en los beneficios sociales y no le pone todo su empeño a la producción de su empresa, no está ejerciendo con ética solidaria sus funciones de directivo.
La formulación de los principios cooperativos ha sufrido cambios a lo largo de la historia. Recientemente, en Manchester (Inglaterra) en 1995, se reformularon los principios cooperativos, los cuales rigen en la actualidad.
Los principios cooperativos son las políticas filosóficas que impulsan su comportamiento sin importar el tipo de cooperativa. Tienen su fundamento en los principios de los Pioneros de Rochdale.
Las cooperativas son organizaciones voluntarias, abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades de ser asociadas sin discriminación social, política, religiosa, racial o de sexo.
Las cooperativas son organizaciones gestionadas democráticamente por sus asociados, los cuales participan activamente en la fijación de sus políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y mujeres elegidos para representar y gestionar las cooperativas son responsables ante los asociados.
Las cooperativas son organizaciones voluntarias, abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades de ser asociadas sin discriminación social, política, religiosa, racial o de sexo.
Las cooperativas son organizaciones autónomas de autoayuda, gestionadas por sus asociados. Si hacen acuerdos con otras organizaciones, incluidos los gobiernos, o si se consiguen capitales de fuentes externas, lo hacen en términos que aseguren el control democrático por parte de sus asociados y mantengan su autonomía cooperativa.
Las cooperativas proporcionan educación y capacitación a sus asociados, a los representantes elegidos, a los administradores y a los empleados para que puedan contribuir de forma eficaz al desarrollo de las mismas. Informan al público, especialmente a los jóvenes y a los líderes de opinión, sobre la naturaleza y beneficios de la cooperación.
Las cooperativas sirven a sus asociados lo más eficazmente posible y fortalecen el movimiento cooperativo trabajando conjuntamente mediante estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.
Las cooperativas al mismo tiempo que se centran en las necesidades y deseos de sus asociados, trabajan para conseguir el desarrollo sostenible de las comunidades por medio de políticas aprobadas por sus miembros.